Desde que se decretó el uso obligatorio de las mascarillas ya no se ven las sonrisas. La única expresión facial que queda visible son los ojos, que se achican. Pero esto no es ningún impedimento para palpar la alegría y la felicidad que irradian esta semana las miradas de los mayores que viven en las tres residencias de Tudela. Y es que, después del duro y severo confinamiento que han pasado en estos meses de atrás, ahora, por fin, han vuelto a salir a la calle. Y lo han hecho en el marco de una iniciativa que, como muchos aseguran, les ha dado la vida.

En concreto, se trata de los ‘Espacios Seguros’ al aire libre que el Ayuntamiento de la ciudad ha acotado en las inmediaciones de los tres centros a petición de los mismos. Unos espacios, vallados y con sus respectivos horarios -de 10.30 a 13 y de 16 a 18 horas-, que también han empezado a cobrar su propia vida. Y es que estos lugares, en los que no solía haber casi gente, están más solicitados que nunca. Aunque aquí lo importante no es la cantidad, sino la calidad.

Más que nada, porque los momentos que en ellos se viven son muy especiales. Son los reencuentros con hijos, nietos y demás familiares. Son confidencias con amigas. Son ‘charradicas’ con conocidos a los que estos residentes llevaban meses sin ver y con los que ahora, aunque sea de paso, pueden intercambiar algún que otro “¿Qué tal va?”.

Fuente/Noticia original: Diario de Navarra