En su testamento nombraba heredero universal al Hospital General de Santa María, Nombra patronos de la casa al Alcalde, justicia y jurados de la ciudad y el Deán y Cabildo de la Iglesia Catedral. “Considerado que entre las miserias humanas una de las más principales es la falta de salud corporal y como as pobres gentes por falta de hacienda dejan de curar de muchas enfermedades corporales..por hacer bien a esta ciudad de Tudela y a los pobres de ella, como propia, yo el dicho Fray Miguel de Eza, Caballero de la Orden de Alcántara, he acordado dejar e instuir por universal heredero en todos mis bienes remanentes después de cumplidos las mandas y legados arriba especificados al Hospital general de Santa María de esta ciudad de Tudela en este Reyno de Navarra..”
El hospital contaba para su mantenimiento además de la caridad Publica, con los cuantiosos bienes que dejaron su fundador y otros donantes; con los ingresos de distintos arrendamientos incluso los balcones de la casa que daban a la plaza donde hacían la corridas de toros.
Durante tres siglos personas seglares atendieron la asistencia a los enfermos y necesitados no es hasta marzo del 1854 cuando los patronos entran en contacto con los Superiores de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. El día 14 de agosto de 1854 cinco Hijas de la Caridad llegan de Madrid, y forman la primitiva comunidad de Hermanas poniéndose al servicio y frente del Hospital
Después de la atención a los enfermos los niños fueron quienes también recibieron la atención de las Hermanas el 16 de julio de 1944 el Ayuntamiento confía a las Hermanas la Casa Cuna Municipal instalada en uno de los jardines del Hospital.
Las necesidades sanitarias iban creciendo y en 1948 empezó a funcionar la Clínica de la Milagrosa que estuvo funcionando hasta 1986 cuando se abrió el Hospital Reina Sofíav
Desde 1986 se quedó el edificio solo con ancianos y en 1995 se empezó con la remodelación de la casa, el 16 de diciembre de 1998 se inaugura el nuevo edificio “Residencia Nuestra Señora de Gracia”